Todos los días asistimos a noticias sobre iniciativas del
mundo maker y de empresas
especializadas en impresión 3D que están poniendo todos sus
recursos materiales e ingenio para paliar la carencia de suministros esenciales
como son las pantallas faciales o los respiradores artificiales.
Respirador artificial impreso en 3D y otras iniciativas
Entre las iniciativas más interesantes están la construcción
de algunos prototipos de respirador artificial con tecnología
de impresión 3D. Algunas de estos proyectos cuentan con el apoyo de
importantes empresas y universidades, y han conseguido captar la atención de
las autoridades sanitarias.
El respirador artificial es un aparato médico esencial para
salvar la vida de los casos más graves de coronavirus. Cuando el contagio se
complica y se convierte en una neumonía grave, contar con un respirador
artificial es la diferencia entre la vida y la muerte.
El respirador artificial siempre ha sido un equipamiento
médico imprescindible en las UCI. Su demanda se ha disparado durante la
pandemia y ha empezado escasear gravemente. El coronavirus ha multiplicado la
demanda de respiradores, pero los distribuidores y fabricantes tradicionales no
han podido atender el incremento de pedidos.
Para muchos países, la solución más rápida para paliar esa
escasez ha sido poder imprimir en 3D todas las piezas que conforman
un respirador. Así se evitan depender de fábricas extranjeras que no pueden
atender sus demandas en una crisis como esta.
Otra iniciativa muy destacable ha sido la fabricación
de pantallas faciales realizadas en 3D. La pantalla es un equipo de
protección individual crítico para el personal sanitario que atiende a los
infectados por el coronavirus. Su demanda se disparó y pronto se agotaron los
stocks.
Gracias a las iniciativas de particulares y empresas se han
podido fabricar miles de pantallas faciales en países que, hasta ahora,
dependían totalmente de su importación.
También cabe destacar la fabricación de piezas más
específicas como utensilios para abrir puertas fabricados en 3D, o
herramientas destinadas a evitar el contacto con superficies que pueden estar
contagiadas.
Un sector estratégico en alza
El servicio de impresión 3D se va a convertir en
un sector estratégico para muchos países que han dejado de producir casi todo y
que han confiado los suministros de materiales y equipos esenciales a terceros
países. Hemos visto las impresionantes tensiones de oferta y demanda que se han
producido en un momento tan crítico como el que estamos viviendo.
La impresión 3D puede paliar muchas de las necesidades que
tienen los servicios sanitarios. Se pueden imprimir a medida piezas y
materiales esenciales muy cerca de donde se produce la demanda. Sería muy
interesante que los gobiernos agilizasen los procesos de homologación de
material sanitario construido en 3D para poder fabricar de una forma más
sostenible y eficiente. Y para estar preparados para afrontar crisis como estas
con recursos nacionales.
Cuéntanos tu experiencia y háznosla llegar.
La publicaremos y le daremos visibilidad por un bien común.