Mientras los
casos por coronavirus no paran de crecer en España y ya hay unos 580 brotes
activos en el país, la compañía alicantina Nonwovens Ibérica explica a
CincoDías que España va a contar con la primera línea de producción de no-tejidos
Melt blown, “la única materia prima apta para fabricar la capa filtrante de las
mascarillas con garantías”. La compañía, especializada en el sector textil, se
va a convertir en la primera empresa que va a disponer en España de la
maquinaria alemana que lo permite.
Se trata,
según explica, de una línea Melt blown Reifenhäuser Reicofil, que tendrá
capacidad de producción para fabricar 1.500 millones anuales de mascarillas.
Su instalación se llevará a cabo en el último trimestre del año, y será
entonces cuando dará comienzo la producción del “único material filtrante que
cuenta con una eficacia de filtración bacteriana (EFB) de hasta el 99%, sin
fluctuaciones de calidad”.
La compañía,
con más de 50 años de historia y que cuenta entre sus clientes actuales con 3M,
el Grupo Ubesol (interproveedor de Mercadona) y el fabricante alemán de Vileda
(Freudenberg Home and Cleaning Solutions), defiende que esta nueva línea de
producción supondrá un “valor estratégico” para España en términos de
autoabastecimiento de productos de primera necesidad, pues permitirá disponer
de toda la cadena de suministro para fabricar mascarillas 100% Made in
Spain.
“La
industria española tiene que dar respuesta a las necesidades tan evidentes que
nos deja esta pandemia”, señala Alberto Miralles, director Adjunto de la compañía, que explica
que Nonwovens Ibérica pretende proveer a España y otros países de un material
de primera necesidad.
Miralles
insiste en que, durante toda la pandemia y hasta hoy, en España se han
utilizado materiales “diversos y alternativos” para confeccionar material de
protección frente al virus, “pero el único eficaz y que cumple los más altos
estándares de eficacia de filtración bacteriana y de respirabilidad (presión
diferencial) es el Melt blown”.
El directivo
aclara que la maquinaría que van a implantar quedaba reducida a países
asiáticos y a otros como Turquía, “que, de hecho, cerraron la puerta a la
exportación de este tipo de material técnico filtrante”.
“Ante la
pandemia, muchas empresas en España se lanzaron e invirtieron en máquinas de
mascarillas para abordar la deslocalización industrial fruto de muchos años de
desinversión en el país para, de este modo, desanclarse de la oferta asiática
autoabasteciéndonos. Pero olvidaron que la cadena de suministro de la materia
prima necesaria para alimentar a dichas máquinas también proviene de fuera del
país y, por lo tanto, España tuvo que pasar por caja para lograr
material de segunda en el mejor de los casos”, continúa Miralles.
La compañía,
que forma parte del Grupo Encar, dedicado a la elaboración de artículos
textiles para la limpieza doméstica e industrial, fabricantes de calzado y de
piel sintética y el sector de la construcción entre otros, abre con esta
inversión una nueva línea de negocio alternativa, que espera vaya ganando
volumen sobre el total de su cifra de negocio.
El grupo
factura entorno a los 11,3 millones de euros en la actualidad. “En el primer
semestre de este año crecimos un 5% frente al mismo periodo del año anterior.
El sector limpieza-higiene nos ha permitido incluso aumentar la cifra de
negocios en esa división, aunque la contraposición vino marcada por la línea de
productos dirigidos al sector del calzado y la construcción”.
La empresa
familiar, situada en la localidad de Muro de Alcoy, ya ha iniciado
conversaciones con varias empresas “que han sonado desde el inicio de la
pandemia” para que les compren el material filtrante para fabricar sus
mascarillas.
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