Somos una empresa familiar con casi cuarenta años de experiencia en el sector del mecanizado. Hacemos piezas especiales de decoletaje en serie, en todo tipo de metales. Desde el comienzo de la crisis del COVID_19 hemos estado involucrados en varios proyectos para la realización de piezas que se incorporan a los respiradores artificiales, poniendo nuestras capacidades técnológicas y de ingeniería al servicio de está importante producción. Por un lado, participando con la Universidad Politécnica de Valencia UPV, con la colaboramos habitualmente. Por otro, con el sector privado, en colaboración con otras empresas, para la fabricación de piezas necesarias en los equipos médicos de respiración artificial, y de electroválvulas, producidos en España. Hemos mantenido todo el tiempo nuestra actividad industrial, acompañando a nuestros clientes en esta difícil situación, al tiempo que hemos protegido a nuestro equipo humano con los EPI´S necesarios.
La UPV
lidera su desarrollo y la CEV coordina a las numerosas empresas dispuestas a
producirlo ya a gran escala
La Universitat
Politècnica de València (UPV) ha liderado el desarrollo de un nuevo ventilador
mecánico, listo ya para su rápida producción industrial, con el objetivo de
favorecer el tratamiento en los hospitales de pacientes afectados con COVID-19.
Junto al equipo
de la UPV, han participado investigadores del Instituto de Biomecánica de
Valencia (IBV) y el Instituto Tecnológico AIDIMME. Además, en el desarrollo del
nuevo ventilador también han colaborado expertos en tecnología de ventilación
mecánica respiratoria, en concreto, Daniel Navajas y Ramón Farré, doctores del
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias
(CIBERES)-Universitat de Barcelona, y Rafael Badenes, del Grupo de
Investigación en Anestesia del Instituto de Investigación Sanitaria (INCLIVA)
del Hospital Clínico de Valencia, jefe de sección de Anestesia en el mismo, y
coordinador de Transplantes de la provincia de Valencia.
Requerido
por entre un 3 y 7% de los infectados
La
insuficiencia respiratoria es uno de los síntomas asociados con COVID-19, y se
estima que entre un 3 y un 7%% de los infectados con el virus requerirán
sistemas de ventilación mecánica.
“Con la
incidencia de esta pandemia”, afirma Javier Saiz, director del Centro de
Investigación e Innovación en Bioingeniería (Ci2B) de la Universitat
Politècnica de València y coordinador del equipo de trabajo que ha desarrollado
el ventilador, “el sistema sanitario puede verse desbordado. Por ello, nuestro
trabajo quiere contribuir a aumentar el número de ventiladores disponibles en
los hospitales. El equipo ya está validado en el laboratorio y listo para
producirse a gran escala cuando se obtenga el permiso de la Agencia Española de
Medicamentos y Productos Sanitarios”.
Desarrollado
en apenas 10 días
El
ventilador, desarrollado en apenas 10 días respondiendo a la actual situación
de excepcionalidad, consiste en un dispositivo electro-mecánico controlado con
capacidad para mantener el ciclo respiratorio en pacientes críticos, y destaca
por su simplicidad, fácil manejo y reducido tamaño.
“Además, su
diseño facilita a las empresas una fabricación rápida y sencilla”, afirma
Carlos Atienza, director de Innovación de Tecnología Sanitaria del IBV y
coordinador del desarrollo mecánico del ventilador.
El diseño y
fabricación de los dos primeros prototipos fueron llevados a cabo, en tiempo
récord -5 días-, por el equipo técnico conformado por los miembros del IBV José
Navarro, Fernando Molla y Daniel Gómez, además de Julio Gomis-Tena y Alberto
Hernández, ambos del Ci2B, con la colaboración de profesores del Departamento
de Ingeniería Mecánica y de Materiales (DIMM) de la UPV, dirigido por Eugenio
Giner.
El sistema
permitirá al personal sanitario controlar la frecuencia del ciclo respiratorio,
el volumen de aire y la presión. Además, dispone de diferentes sensores y
alarmas que ayudan al adecuado control de la respiración de los pacientes. A
juicio de Javier Saiz, este “cumple perfectamente los requerimientos para el
mantenimiento de la respiración de un paciente crítico”.
Para su
validación, el equipo coordinado por la UPV ha contado con la colaboración del
Hospital Virtual de la Universidad Católica de Valencia, que cedió un simulador
capaz de reproducir las condiciones fisiológicas de un paciente con COVID-19
(ASL 5000, de la empresa Medical Simulator).
Numerosas
empresas dispuestas a producirlo ya a gran escala
Tras su
validación en los laboratorios de la Ciudad Politécnica de la Innovación (CPI),
parque científico de la UPV, un importante número de empresas han mostrado ya
su predisposición para proceder a su producción a gran escala.
En este
sentido, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), con el
apoyo de entidades integradas en ella como el Clúster de Automoción de la
Comunitat Valenciana (AVIA), está coordinando a las compañías dispuestas a
llevar a cabo la citada producción en serie.
Entre ellas,
la UPV cuenta ya con la colaboración de diferentes empresas valencianas del
sector de automoción como AGFRA, CLR, ITERA, SINFINTY, NUTAi e IT8, así como
del sector metalmecánico y otros, como FACTOR, RODYTRANS y CELESTICA, que están
aportando su conocimiento en procesos de fabricación, selección de materiales y
preparación de la cadena de suministro, para finalmente proceder a su
fabricación y montaje a escala industrial. A todas ellas se han sumado otras
compañías como POWER ELECTRONICS o IRTECHNOLOGY, que también han manifestado su
interés en participar en el proyecto.
La
iniciativa se puso en marcha gracias a la iniciativa de Guillermo Vilariño, del
Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular; Javier Martínez, del Instituto de
Ingeniería Energética; Fernando J. García-Diego, del departamento de Física
Aplicada; y el propio Javier Saiz; todos ellos, ingenieros de la UPV.
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